NUESTRA RESPONSABILIDAD
En nuestro intento por dar un servicio lo mas amplio posible y así poder ajustarnos mejor a nuestros clientes, desde Agroineco, se trabajan los productos desde un punto de vista responsable hacia las personas, sociedad y naturaleza.
Desde la empresa, se da mucho valor a las normas y leyes vigentes, ajustándose en todo caso a ellas, para conseguir una protección total tanto de las personas manipuladoras, como de la naturaleza y el medio ambiente.
El principio básico desde el que trabamos es procurar que nuestros productos, cumplan cuatro objetivos basados en un desarrollo sostenible y equilibrado, actuando de acuerdo con nuestros valores fundamentales. Estas cuatro características a las que intentamos ajustar nuestros productos son:
- Biológicos
Un producto biológico o biofármaco es aquel que ha sido elaborado con materiales de partida de origen biológico, tales como microorganismos, órganos y tejidos de origen vegetal o animal, células o fluidos de origen humano o animal y diseños celulares (sustratos celulares, sean o no recombinantes – incluidas las células primarias) así como otros de origen biotecnológico que se obtienen a partir de una proteína o ácido nucleico por tecnología de ADN recombinante.
- Ecológico
Un producto ecológico es aquel que no daña, respeta, defiende y protege el medioambiente.
Los métodos ecológicos evitan el uso de productos sintéticos, como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales.
- Orgánicos
Los productos orgánicos son aquellos que fueron producidos mediante técnicas no contaminantes. Para que un producto se considere orgánico tiene que cumplir con ciertos requisitos:
– Que no use productos de síntesis química en su producción.
– Que realicen prácticas para conservar la tierra y sus nutrientes.
– Que cuenten con una certificación vigente avalada por alguna instancia reconocida.
– Que use racionalmente los recursos naturales.
- Residuo Cero
Son aquellos que por su formulación no dejan ningún rastro de residuo en el cultivo sobre el que se aplican. El tratamiento de los productos y de los procesos necesarios en su ciclo de vida; de manera que sean logrados buscando reducir el volumen y la toxicidad de todos los elementos implicados. Así, se inicia un camino hacia la recuperación de los recursos naturales, al igual que ocurre con los propios fertilizantes ecológicos.