MICORRIZA

Las micorrizas son hongos que tienen una relación simbiótica con las plantas. Las plantas le proporcionan azucares y vitaminas, y el hongo proporciona a la planta nutrientes minerales y agua. La asociación es mutualista dados los beneficios que reporta la misma para ambos participantes, y comprende la penetración radical por parte del hongo y la carencia de respuesta perjudicial hacia éste por parte de la planta hospedante.

Clasificación de las micorrizas

Se pueden distinguir tres grupos fundamentales según la estructura de la micorriza formada:

  • Ectomicorrizas o formadoras de manto.
  • Ectendomicorrizas, que incluye Arbutoides y Monotropoides
  • Endomicorrizas, caracterizadas por la colonización intracelular del hongo, y que a su vez se subdividen en Ericoides, Orquidoides y Arbusculares

Ectomicorrizas: Se caracterizan porque desarrollan una espesa capa de micelio sobre la zona cortical de las raíces absorbentes de la planta las hifas del hongo no penetran en el interior de las células de la raíz, si no que se ubican sobre y entre las separaciones de éstas. Se pueden observar a simple vista. Este tipo de micorrización predomina entre los árboles de zonas templadas, se producen principalmente sobre especies forestales y leñosos, siendo especialmente característico en hayas, robles, eucaliptus y pinos. Los hongos que la forman son tanto Basidiomycota como Ascomycota.

Endomicorrizas: Los hongos que las producen se caracterizan por colonizar intracelularmente el córtex radical o sea que no hay manto externo que pueda verse a simple vista. Las hifas se introducen inicialmente entre las células de la raíz, pero luego penetran en el interior de éstas, formando vesículas alimenticias y arbúsculos. Por ello este grupo se las conoce también como micorrizas vesículo-arbusculares (MVA) , los cuales constituyen la simbiosis más extendida sobre el planeta. Los hongos que la forman pertenecen a la división Glomeromycota y se dan en todo tipo de plantas, aunque predominan en hierbas y gramíneas.

Orquidoides o micorrizas de ovillo: Son micorrizas de orquídeas, los cuales son imprescindibles para su desarrollo y vida juvenil. Una vez que la planta crece y fotosintetiza,cuando está en la fase adulta generalmente se independiza del hongo.

Ericoides: Son de tipo más sencillo y simple con raíces muy simples e hifas que penetran en las células para formar ovillos.

Ectendomicorrizas: Presentan características intermedias entre las Ectomicorrizas y las Endomicorrizas, pues presentan manto externo, como las ectomicorrizas, pero también penetran en el interior de las células, como las endomicorrizas y no existen vesículas ni arbúsculos. Este grupo se presenta tanto en Basidiomycota como Ascomycota y son más abundantes en angiospermas que en gimnospermas. Su distribución es restringida.

Arbutoides: Presenta un manto externo junto con hifas que penetran a las células para formar rulos

Monotropoides: La forma de penetración en las células es algo diferente, diferenciada apenas por la forma de penetración de las hifas a las células radicales. En cuanto a las estructuras formadas, al tipo de colonización y a la cantidad de especies vegetales y fúngicas implicadas, se puede decir que las Micorrizas Vesículo – Arbusculares(MVA) son las de mayor importancia y las que más ampliamente se encuentran distribuidas (tanto a nivel geográfico como dentro del Reino Vegetal).

Las micorrizas vesículo – arbusculares (MVA) .

Este tipo de micorriza se encuentra en condiciones naturales en la mayoría de los cultivos de alta importancia económica (Poaceae, Fabaceae, Solanaceae y Rosaceae). Los vegetales asociados a los mismos se benefician por el incremento en la toma de nutrientes como, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, cobre, molibdeno, hierro y manganeso, pues el hongo funciona como una extensión del sistema radical de la planta, facilitando a través de su red de hifas una mayor absorción de de éstos en el suelo. En esta asociación el componente fúngico de la simbiosis se nutre de los carbohidratos almacenados en las células mesodérmicas en formas sencillas de fructosa, glucosa y sacarosa y de los exudados radicales de las plantas.

Ventajas y beneficios de las micorrizas

  • La planta es capaz de explorar más volumen de suelo del que alcanza con sus raíces, al sumársele en esta labor las hifas del hongo; también capta con mayor facilidad ciertos elementos (fósforo, nitrógeno, calcio y potasio) y agua del suelo.
  • La planta aumenta su resistencia a los cambios de temperatura y la acidificación del suelo derivada de la presencia de azufre, magnesio y aluminio.
  • Las reacciones fisiológicas del hongo inducen a la raíz a mantenerse activa durante más tiempo que si no estuviese micorrizada.
  • Estimulación del crecimiento: aumento considerable de la producción de biomasa aérea y radical que implica mayor y más rápida disponibilidad de nutrientes en el sistema vascular de las plantas, lo que acelera su actividad fotosintética para mantener su equilibrio fisiológico.
  • Producción de fitohormonas por parte del hongo.
  • Mejora de la estructura del suelo.
  • Protección del sistema radical frente a patógenos fúngicos.
  • Aumento del aprovechamiento de los fertilizantes y de los nutrientes del suelo
  • Disminución de los costos de producción
  • Favorece la captación de agua y nutrientes minerales
  • Aumento de la producción agrícola.
  • Disminución de aplicación de fungicidas, menor degradación de los suelos y mejor regeneración de los mismos.

Aplicación de las micorrizas vesículo-arbusculares (MVA) en la agricultura

La mayoría de las plantas de interés agronómico como, cebolla, ajo, patata, todos los cítricos, todas las leguminosas y gran parte de los cereales forman MVA. Sin embargo, no todas estas especies, dependen de la misma manera de las MVA para su crecimiento. Aquellos cultivos con raíces gruesas y pocos pelos radicales, como por ejemplo el ajo, la cebolla, las leguminosas y los cítricos, tienden a ser muy dependientes de las micorrizas y la disminución en la productividad de dichos cultivos puede deberse a un manejo inadecuado de los insumos que se aplican, los cuales pueden conducir a la muerte o desaparición de los propágulos de MVA.

Por lo tanto el uso de estos microorganismos edáficos (MVA) en la agricultura constituye una alternativa promisoria frente a los fertilizantes minerales. Desde el punto de vista ecológico, la utilización y/o aplicación correcta de estos microorganismos permite reducir el uso de energía, la degradación del agroecosistema y las pérdidas de nutrientes de los suelos agrícolas. En adición, se mantiene la capacidad productiva del sistema, se preservan la biodiversidad y se contribuye con una producción más estable y sostenida a largo plazo en equilibrio con el entorno . En este sentido, la reintroducción y el mantenimiento de las MVA asociadas a los cultivos agrícolas luce como un objetivo deseable con el fin de mejorar su rendimiento y productividad.

La utilización de las micorrizas como biofertilizantes no implica que se pueda dejar de fertilizar, sino que la fertilización se hace más eficiente y puede disminuirse la dosis a aplicar desde comúnmente 50 – 80 % y en ocasiones hasta un 100 %. Se plantea que de las cantidades de fertilizantes aplicadas, sólo se aprovecha un 20 %, y el resto normalmente se filtra o se lixivia sin remedio; con la aplicación de las micorrizas, puede ser recuperado por las plantas un porcentaje mucho mayor; ya que un pelo radical, puede poner a disposición de una raicilla, los nutrientes y el agua que se encuentra hasta 2 mm de la epidermis, las hifas del micelio extramátrico de las MVA pueden hacerlo hasta 80 mm, lo que representa para la misma raicilla la posibilidad de explorar un volumen de suelo hasta 40 veces mayor. El beneficio reportado por el uso de las asociaciones micorrízicas vesículo-arbusculares en el crecimiento de las plantas resulta espectacular, particularmente en suelos, deficientes en fósforo (P).

Otras posibilidades de aplicación de las MVA

  • La revegetación de suelos contaminados con metales pesados, residuos industriales sólidos e hidrocarburos.
  • Control de la erosión hídrica y eólica mediante la generación de cubiertas vegetales.
  • La generación de cubiertas vegetales y/o reforestación de espacios ambientalmente desfavorables: stress hídrico y salino, extremos de pH, exceso de viento, …

Fuente:
https://bioeficiencia.wordpress.com/