YESCA

La yesca se caracteriza por una degradación esponjosa del tejido lignificado acompañada por otros síntomas característicos en otros tejidos de la planta, como son la clorosis y necrosis de los espacios internerviales de las hojas. La yesca es considerada hoy en día como una enfermedad compleja en la que intervienen y actúan sinérgicamente un número variable de especies de hongos de origen y posición sistemática diversa. De entre ellos destacan ‘Phaeomoniellachlamydospora’ y diversas especies de ‘Phaeoacremonium’, entre los hongos mitospóricos, o el basidiomiceto Fomitiporiamediterranea. Los daños son importantes, ya que provocan la muerte de las plantas, bien en el mismo año (forma rápida), o en varios años (forma lenta o crónica).

FORMAS DE PRESENTARSE LA YESCA Y SÍNTOMAS

La enfermedad penetra en la planta a través de las heridas de poda pudiéndose manifestarse de 2 formas; la más común lenta o crónica y rápida oapoplejía.

 FORMA LENTA O CRÓNICA DE LA YESCA

La forma lenta afecta solo a uno o dos brazos de la cepa apareciendo unas manchas alargadas internerviales de coloración amarillenta en variedades blancas y rojiza en las tintas, que posteriormente se necrosan. Los racimos pueden llegar a pasificarse prematuramente.

Esta enfermedad aparece en las plantas adultas, es decir, de más de 10-12 años de edad. En el interior de la madera se produce una podredumbre seca y esponjosa de coloración amarillenta, separada de la madera sana, por una línea negra de consistencia dura. La yesca crónica se caracteriza por síntomas dentro del tronco y en losbrazos más grandes, en los brotes y pequeñas ramas, en las hojas y en los frutos.

– Síntomas dentro del tronco y brazos más grandes.

En plantas adultas ( 8 a 10 años y más viejas), el síntoma interno más común es una podredumbre blanca que gradualmente va transformando la madera dura en una masa suave, flexible y esponjosa.

Los tejidos podridos adquieren un aspecto amarillo o blanquecino cremoso y en un corte transversal aparece con frecuencia rodeada por una línea gruesa de color marrón oscuro o negro que separa la zona afectada de la no afectada. El decaimiento frecuentemente comienza desde una herida de poda en el tronco que se extiende en los tejidos de la madera y que permanece restringido a la parte más vieja de la madera o que se extiende en forma de sector en la madera. En ocasiones, la podredumbre se aproxima o alcanza la superficie llegando incluso a agrietar la madera (esto se llama en Italia “mal dellospacco”- enfermedad del agrietado-). Ese decaimiento normalmente hacia abajo y hacia arriba del tronco disminuye de tamaño a medida que se aleja de su punto de origen pero en ocasiones se desarrolla bajo la unión del injerto aunque no afecta a las raíces. Sin embargo, los híbridos madre de viñedo americano o euro-americano viejos sin injertar pueden mostrar los mismos síntomas internos como los viñedos europeos.

Otros tipos de deterioro de madera llegan a ser visibles juntos con los otros o incluso precediendo la podredumbre blanca:

  • pequeñas manchas marrones oscuras o negras en la sección transversal aparecen como vetas marrones oscuras o negras o incluso columnas en un corte longitudinal. En la sección transversal, las manchas aparecen distribuidas al azar o agrupadas alrededor de un anillo de crecimiento anual o en los tejidos de la madera cercanos a la médula.
  • zonas marrón-rosáceas o rojo oscuro-marrón a menudo desarrollan manchas negras, principalmente en el corazón del tronco o en los extremos de los tejidos necrosados o decaídos separados los tejidos de los aparentemente sanos.
  • zonas marrones con sombras y texturas variables están mezcladas con los tipos de decoloración arriba mencionados, a menudo en sectores unidos por grandes heridas.

En plantas menores de 8-10 años, hojas externas y frutos con síntomas de yesca están a menudo asociados con una decoloración de la madera interna del tronco. Sin embargo, la podredumbre blanca del tronco de las cepas jóvenes con síntomas en las hojas se pueden observar muy de vez en cuando.

Los diversos tipos de decoloración de la madera y decaimiento son el resultado de un gran número de cambios estructurales y fisiológicos:

  • Cambios físicos y químicos debidos a la introducción de aire y agua en las heridas y las posteriores reacciones de la planta a esa herida (ej. degradación, oxidación, y oscurecimiento de los componentes de los tejidos).
  • Cambios causados por enzimas de la celulosa y de la lignina producidas por el hongo asociado a la yesca.
  • El tilio inducido por las sustancias reguladoras del crecimiento y la oclusión vascular debida a los geles y gomas secretadas por el xilema de las células parenquimáticas enfermas o incluso por compuestos de alto peso molecular producidas por las toxinas de los patógenos consecuencia de las reacciones antígeno de la planta (ej. fitoalexinas), a ambas.

– Síntomas en hojas.

Los síntomas en hojas consisten en manchas verdes claras o cloróticas, redondeadas o irregulares entre los nervios a lo largo de los márgenes de la hoja que normalmente se extienden hacia la parte distal de los brotes. Las manchas inicialmente pequeñas y esparcidas sobre la superficie se extienden gradualmente y se van juntando llegando a quedarse necróticas y por último deja simplemente una estrecha tira de tejido verde no afectado entre los nervios principales.

Decoloraciones en las hojas.Como el tejido clorótico se vuelve amarillo-marrón o rojizo-marrón (o en ciertos casos desarrolla áreas necróticas de color de óxido con los márgenes de color rojo oscuro) las hojas afectadas presentan un dibujo como de “tiras de tigre”. En ocasiones, las zonas necróticas de la hoja se desecan y caen dejando unos márgenes irregulares en las hojas.

Otros síntomas como el aclarado, contorsiones, reflejos, y distorsión de la superficie de la hoja son menos comunes.

La apariencia de síntomas marchitamiento en la copa puede ser explicada como una disfunción del xilema. Sin embargo, por varias razones parece desafortunadamente cierto que la necrosis y marchitamiento de los brotes y frutos son debidos a un estrés hídrico a causa de un taponamiento vascular.

Ese taponamiento vascular afecta sólo a una parte del tronco, principalmente en los anillos no funcionales de la madera. La madera funcional normalmente no está decolorada pero incluso aunque lo estuviera los vasos del xilema forman un sistema integrado que puede compensar cualquier cambio en el potencial del agua que hubiera.

En cualquier caso, solamente 2 ó 3 incrementos anuales del xilema funcional son necesarios para mantener el crecimiento de los brotes funcional y una abundante producción de uva.

Parece que los síntomas foliares de yesca están principalmente causados por sustancias que son originadas en los tejidos decolorados de la madera del tronco y ramas y son entonces traslocados a las hojas con la transpiración. Estas sustancias que pueden reaccionar con la madera son los metabolitos fitotóxicos excretados por el hongo de la yesca.

– Síntomas en brotes y ramas.

Los síntomas pueden comenzar en primavera con un crecimiento retrasado y débil. A finales de primavera y verano pueden ocurrir irreversibles marchitamientos de algunos brotes o incluso de algún brazo completo.

– Síntomas en uvas y racimos

Se caracteriza por un moteado de las uvas que en ocasiones sin estar acompañados de síntomas foliares. Es frecuente en California y el sur de Italia y se ha observado también en Francia (en la Alsacia) tanto en cepas adultas como en cepas jóvenes, especialmente en las cepas de uva blanca. Minúsculas manchas marrón oscuras, violetas o púrpuras se desarrollan más o menos abundantemente en la piel de la uva, de aquí el nombre que recibe la enfermedad en California, “sarampión negro”. Las masas de finas manchas están irregularmente esparcidas especialmente hacia la zona final distal de la uva aunque en ocasiones se encuentran distribuidas en bandas longitudinales.

Más raramente, las manchas cubren casi completamente el grano completo el cual se vuelve entonces marrón o violeta-grisáceo.

Las manchas se deben al pardeamiento y necrosis de grupos de células de la epidermis y la hipodermis cerca de la parte terminal de los vasos del xilema y no se extienden hacia los tejidos más internos. Dentro de un racimo de uva, la severidad del manchado puede ser distinta de un grano a otro. Incluso con simplemente un ligero manchado, las uvas de mesa no son fácilmente vendibles en el mercado. Las uvas con fuertes manchas a menudo muestran partes de la piel rajada e incluso hendiduras longitudinales y transversales. Estos frutos se arrugan y se secan o acaban desarrollando podredumbres blandas de hongos o bacterias.

En ocasiones, los racimos de las cepas enfermas muestran una maduración más lenta con un contenido en azúcar más bajo y un sabor del grano alterado, perdiendo turgencia y fallando en definitiva su maduración.

Síntomas de la Yesca: Decoloraciones amarillentas y secado de racimo. Al igual que con los síntomas foliares, los síntomas en el fruto no necesariamente aparecen en la misma planta enferma cada año. Los síntomas pueden afectar únicamente a algunos granos dentro del mismo racimo, a todos los racimos de una rama o a los de un gran número de ramas.

Las manchas oscuras de los granos de uva pueden resultar como consecuencia de la difusión a través del sistema vascular de enzimas que oxidan o polimerizan sustancias fenólicas en el epicarpio, en condiciones de alta irradiación pero más probablemente está causado por toxinas que son traslocadas a los frutos por la misma ruta.

 FORMA RÁPIDA DE LA YESCA O APOPLEGÍA

La forma rápida o apopléjica afecta a la cepa entera. En uno o dos días las hojas se secan totalmente y de la misma manera, los racimos acaban secándose por completo.

La “apoplejía de la vid” aparece de repente a mediados de verano como un rápido marchitamiento de las hojas de toda la cepa incluidos los racimos. Las hojas verdes de apariencia sana se van tornando primero verde pálido, luego verde-grisáceo y rápidamente se marchitan secándose completamente en pocos días.

Podedrumbre seca y esponjosa, en la madera afectada por Yesca. Se cree que la forma apopléjica se ve favorecida por los veranos cálidos, particularmente cuando tras una lluvia viene un clima caluroso y seco. Esto puede estar relacionado con un rápido incremento en la concentración y la actividad de los metabolitos tóxicos en la copa cuando la tasa de transpiración es alta.

OTRAS ENFERMEDADES DE MADERA DE LA VID

El concepto de enfermedades de madera de vid engloba diversas patologías de origen fúngico que comparten como característica común la alteración interna de la madera que parasitan, produciendo fenómenos de necrosis o pudrición. Su progresión suele conllevar la muerte del individuo atacado en un periodo de tiempo indeterminado, que puede variar desde 1-30 años.

ENFERMEDAD DE PETRI

Recientemente se ha observado la aparición y desarrollo de síntomas en madera a edades muy tempranas. Este síndrome asociado a plantas jóvenes recibe el nombre genérico de enfermedad de Petri y está asociado a ‘Pachlamydospora’ y varias especies del género ‘Phaeoacremonium’ como agentes etiológicos. La enfermedad de Petri llega a provocar elevadas pérdidas en nuevas plantaciones. La sintomatología asociada al síndrome incluye fenómenos de decaimiento progresivo y crecimientos raquíticos, junto con manifestaciones foliares (clorosis, necrosis marginales, etc.) y marchitez, pudiendo evolucionar al colapso súbito de toda la planta. Interiormente, los tejidos muestran un característico oscurecimiento de los vasos xilemáticos formando estrías longitudinales. También pueden aparecer tilosas o formación de gomas en los vasos del xilema, estructuras producidas habitualmente como defensa frente a la invasión de hongos o bacterias.

Las viñas jóvenes infectadas con ‘Pachlamydospora’ sufren un establecimiento más lento o un desarrollo inadecuado, incluso pueden producirse fallos en la soldadura del injerto cuando el patrón está infectado antes del injerto. Los viñedos infectados que inicialmente crecen bien, pueden acusar más tarde una pérdida de productividad. Además, existen otros factores bióticos y abióticos que colaboran decisivamente en el proceso de enfermedad. Numerosos estudios sugieren que las especies involucradas en la enfermedad de Petri están también presentes en los procesos asociados a la yesca. De hecho, algunos autores piensan que los patógenos asociados pueden ser necesarios para el posterior desarrollo del síndrome de yesca en plantas adultas, en donde otras especies como ‘Fomitiporiamediterranea’ son capaces de producir infección y podredumbre secundaria en los tejidos previamente parasitados por especies asociadas a la enfermedad de Petri .

PIE NEGRO

Otra enfermedad de la que recientemente han aparecido brotes importantes es la causada por ‘Cylindrocarponspp.’ y conocida como ‘pie negro’. Estos hongos de suelo se asocian con podredumbres basales, sobre todo en plantas de vid jóvenes, aunque también afectan a plantas de 2-10 años de edad ya establecidas en el viñedo. Estas especies infectarían los patrones durante el proceso de enraizamiento en la producción de planta injertada en vivero.

EUTIPIOSIS

La eutipiosis por su parte, se atribuye al ascomiceto ‘Eutypa lata’ y se caracteriza por producir un retraso en el desarrollo de la planta con raquitismo en la brotación de las ramas afectadas, que a menudo va acompañado de clorosis y deformaciones foliares .

– La eutipiosis de la vid

Generalmente afecta a las plantas de más de 5-7 años, siendo los síntomas más característicos los siguientes:

  • Las hojas son pequeñas, deformadas y cloróticas, observándose en ellas puntos necróticos.
  • Los brotes jóvenes son débiles y con entrenudos uniformemente cortos.
  • Las cepas afectadas sufren un fuerte corrimiento en la floración.
  • En el interior de la madera se observan necrosis sectoriales de color marrón oscuro y consistencia dura y quebradiza.

OTRAS MÁS INESPECÍFICAS

Hasta ahora se ha tenido una visión diferenciada de los problemas de la madera en viña, separando los referentes a plantas adultas (Yesca y Eutipa) y los aparecidos en viña joven. En análisis de plantas en diferentes estados de desarrollo se observa una evolución de síntomas asociada a la aparición de los diversos hongos citados. Con frecuencia se encuentran infecciones conjuntas de varios hongos.

En muchos casos no existe relación clara entre los síntomas internos descritos y síntomas externos. La observación visual es insuficiente para el diagnóstico de estas enfermedades, es necesario el análisis de parras afectadas en laboratorio.

Se producen diferentes síndromes dependiendo de los hongos asociados y otros factores como edad del viñedo y condiciones del lugar. Una planta puede tener parte de su madera afectada y no mostrar síntomas externos, por tanto, una planta sin síntomas no significa que este sana.

Cuando aparecen síntomas externos en la planta son muy erráticos, variando incluso de un año a otro. Se supone que el aumento de afecciones de enfermedades de madera (lo conocido hasta ahora como Yesca y Eutipa) en parras adultas mayores de 10 años, se debe a que los hongos de la enfermedad de Petri son precursores de ellas por favorecer un debilitamiento del sistema inmunológico de la planta.

Junto a los anteriores, se han descrito otros síndromes y agentes patógenos asociados a la vid que, en mayor o menor medida, presentan también cierta relevancia en el estado fitosanitario del cultivo.

‘brazo muerto’ o ‘blackdeadarm’

Destaca por su especial incidencia en determinadas zonas el denominado ‘brazo muerto’ o ‘blackdeadarm’ (BDA), causado por un conjunto de hongos pertenecientes a la familia Botryosphariaceae, entre ellos ‘Botryosphaeria’, ‘Diplodia’, ‘Fusicoccum’, ‘Neofusicoccum’ y ‘Lasiodiplodia’. La sintomatología que producen es poco específica y similar a las ya descritas para otras patologías de madera, pudiéndose confundir sus manifestaciones con episodios de yesca y/o eutipiosis. En fases avanzadas es frecuente observar desecaciones foliares completas acompañadas de afectación en inflorescencias e incluso en frutos ya formados. En el exterior del tronco aparecen zonas necróticas donde la corteza se separa fácilmente.

En secciones transversales se observa una necrosis sectorial parda y con forma de ‘V’. Adicionalmente, se pueden observar punteaduras y necrosis alrededor del cilindro central medular.

‘Syrah Decline’

Existen otras patologías asociadas a decaimientos de plantas de vid de determinados cultivares, como el denominado ‘Syrah Decline’, observado desde principios de los años 90 de numerosas áreas productoras mundiales, y que se caracteriza por la tumefacción y ruptura de la zona de injerto, con presencia de profundos surcos, rápida decoloración foliar y muerte de la planta tras un periodo de 1-4 años.

Además, en los últimos años se han aislado e identificado una serie de táxones a partir de plantas de vid cuyo potencial patogénico e implicación en las patologías anteriormente descritas está aún por dilucidar. De entre éstas, cabe destacar algunas especies del género ‘Phaeoacremonium’ (‘P. krajdenii’, ‘P. parasiticum’, ‘P. subulatum’, ‘P. venezuelense’ y ‘P. vitícola’), ‘Phialemonium’ (‘P. curvatum’) o ‘Cadophora’ .

FORMAS DE PROPAGACIÓN DE LAS ENFERMEDADES DE LA MADERA EN VID

En los últimos años se ha observado un importante aumento del número de cepas afectadas, principalmente en los viñedos en los que se realizan cortes de poda gruesos en la reconducción de vaso a espaldera. En las viñas en las que es necesario realizar grandes cortes de poda, hay que tener en cuenta el riesgo que se corre frente a estas enfermedades fúngicas. Los síntomas se inician en una o varias heridas de poda, descendiendo hacia la base de la planta. También hay que tener en cuenta la acción de las vendimiadoras, tractores y otros dispositivos mecanizados que provocan heridas en sucesivas cepas, sin mediar en ninguna de ellas medidas profilácticas.

Además, también corremos el peligro de que plantas de vivero vengan también contaminadas por la presencia del complejo de hongos que dispara la Yesca, con lo que nos tenemos que cerciorar de la sanidad vegetal también en lo que respecta a hongos.

POSIBLES FUENTES DE INOCULO

  1. hirsutum, aunque únicamente ocasionalmente es asociado con el decaimiento de la madera de la vid que fácilmente forma basidiocarpos en las estacas de madera utilizadas para apoyar o para emparrar por lo que las basidioesporas de este hongo transportadas por el aire pueden fácilmente alcanzar y colonizar la superficie de las heridas en vides.
  1. Punctata (o P. igniarius) producen sus basidiocarpos en muchas especies de árboles de hoja ancha incluidas varias especies de árboles forestales.

Estas estructuras son raramente producidas en los troncos vivos de las cepas afectadas de yesca pero sí lo son ocasionalmente en troncos de cepas muertas o en ramas que estén en el suelo o en los bordes de las cepas después de podarlas.

La producción de inoculo vía esporas producidas por basidiomicetos pueden consecuentemente no ser comunes en las vides. La proximidad de maderas o bosques en alrededores del viñedo no parece causar una mayor incidencia de la enfermedad.

Probablemente, las basidioesporas liberadas y diseminadas por las corrientes de aire desempeñan sólo un papel menor en el esparcimiento de la yesca. La observación de que el esparcimiento de la yesca tiende a ser entre las filas de cepas sugiere que la inoculación del hongo se produce por las herramientas utilizadas para injertar y para podar.

A medida que el P. chlamydosporum y otros hongos de la misma familia que afectan al viñedo van siendo conocidas, se sabe que los conidios son producidos en abundancia durante la fase saprófita en la madera de viña muerta u otros restos de planta y que las chlamydoesporas persisten en el suelo. El inoculo está entonces disponible para infectar tronco, ramas, y raíces a través de las heridas causadas en la poda, injerto o por otras vías.

Otra posibilidad es que las especies de phaeoacremonium estén ya presentes en el material de propagación (por ej. en los esquejes) procedentes ambos de plantas madres que transportan infecciones fúngicas de forma latente o de esquejes que han sido infectados por los cortes o por otras heridas durante la preparación y almacenaje.

INFLUENCIA DE LOS FACTORES BIÓTICOS

Los factores medioambientales y estacionales influyen en la aparición de los síntomas de la yesca. La clorosis característica internerviales y la necrosis de las hojas que no aparece o no se distinguen en el crecimiento de primavera, es totalmente apreciable en verano y otoño. La apoplejía normalmente sólo aparece en verano.

Es debido a una variación entre los periodos lluviosos y secos, además de por la aparición de lesiones o heridas causadas por heladas o granizo que favorecen la penetración de F. Punctata, especies de phaeoacremonium, y otros hongos a partir de las heridas resultantes.

La cantidad de agua en el suelo no parece influir en el desarrollo de la enfermedad.

La edad de la planta es un factor crítico para el desarrollo de la yesca. A pesar de que en ocasiones las cepas de 4 ó 5 años ya muestran signos de la enfermedad. Es principalmente en las cepas de 10 o más años donde aparece con mayor asiduidad.

Parece que la mayor incidencia de la yesca en viñedo viejo puede ser explicada simplemente por el hecho de que las plantas más jóvenes, aunque afectadas, no muestran aún todos los síntomas externos e internos de la enfermedad debido al lento desarrollo de la enfermedad.

Lo que todavía no está claro es el tiempo necesario para que aparezcan los síntomas foliares después de la infección, así como el tipo y la superficie de madera decolorada, en este caso necesarios para que aparezcan los síntomas en hojas y fruto.

Las variedades de vid que requieren frecuentes y severas podas o grandes podas de rejuvenecimiento crea condiciones favorables para el desarrollo de la yesca. Los sistemas de conducción de la cepa que causan grandes heridas de poda favorecen el desarrollo de la yesca.

De una forma general, se puede decir que todas las operaciones que afecten a la estructura de la cepa (supresión de brazos muertos, modificaciones del modo de conducción por la entrada de la vendimiadora mecánica, ….) son favorecedoras de la enfermedad.

La mayoría de las especies de Vitis y cultivares de V. Vinifera son susceptibles de yesca. Las cepas americanas fueron en una ocasión consideradas resistentes, particularmente a causa de que el rizoma pueden producir nuevos brotes después de que el injerto se haya secado. Sin embargo ahora se piensa que los brotes surgen debido a que la decoloración de la madera procede de las ramas grandes internas al tronco y solo en ocasiones alcanza la zona del injerto.

De hecho, es muy común el ver cepas americanas que no han sido injertadas ( ej. plantas madre) con todos los síntomas externos e internos de yesca.

INFLUENCIA DE LOS FACTORES ABIOTICOS

Al igual que para el caso de la Eutypiosis, el clima parece jugar un papel muy importante en la expresión de los síntomas de la enfermedad. Se sabe, por ejemplo, que la apoplejía se manifiesta en verano a menudo cuando un tiempo caluroso sigue a una lluvia probablemente porque la evapotranspiración no es compensada por un aporte de agua suficiente de los vasos de la madera que no están totalmente funcionales.

 MEDIDAS PREVENTIVAS Y DE CONTROL

Tradicionalmente el control de las enfermedades de degradación de la madera de vid se ha abordado básicamente desde dos frentes: las prácticas culturales y los tratamientos fungicidas. En España, el método más ancestral de lucha contra la yesca de la vid, que consistía en realizar un corte en el tronco de la cepa y mantenerlo abierto mediante la introducción de una piedra, fue casi totalmente sustituido por la aplicación del arsenito sódico, cuyo uso se prolongó durante décadas. El arsenito sódico es un producto químico altamente tóxico, mutagénico y cancerígeno. Sin embargo, al tratarse del único producto que conseguía eliminar los síntomas externos de la enfermedad, su uso y abuso se generalizó en el campo español. Un solo tratamiento tras la poda y la brotación de yemas, repetido en un ciclo de 2-3 años, bastaba para controlar la enfermedad. Debido a su extrema peligrosidad, tanto para el medio ambiente como para el hombre, el arsenito sódico se prohibió en Europa en 1991 y en España, Francia y Portugal en 2003.

Entre las técnicas de control actualmente en fase de aplicación o desarrollo se encuentran las siguientes:

CONTROL SANITARIO DEL MATERIAL DE REPRODUCCIÓN

– Obtención de material de propagación y plantación sano: El material de propagación es una de las principales vías de diseminación de estas enfermedades. En condiciones de vivero se ha ensayado el uso de la termoterapia con agua caliente, aunque con resultados contradictorios. Algunos autores  señalan que inmersiones del material a 50 °C podrían ser eficaces para la eliminación de ‘Pachlamydospora’ y ‘Phaeoacremoniumspp.’ Sin embargo, otros estudios han demostrado que ambos géneros pueden resistir la aplicación de 51 °C durante 30 minutos. Además, los tratamientos de termoterapia se han mostrado ineficaces con una serie de varidades de uva. Actualmente se evalúa el incremento de temperatura en los tratamientos de inmersión para aumentar la eficacia de los mismos.

REDUCCCIÓN DE LA PRESENCIA DEL INÓCULO

– Reducción de la carga de inóculo en el campo: En la actualidad se investiga sobre el papel del suelo en la dinámica de estas enfermedades para evaluar las posibilidades de su transmisión en él, o la capacidad del mismo para albergar reservorios de inóculo que puedan permanecer viables y producir nuevos ciclos de infección. En el caso de la enfermedad de Petri, estudios previos  han demostrado que estos táxones se pueden comportar como patógenos de suelo en inoculaciones artificiales, e incluso algunos de ellos (e.g. ‘P. inflatipes’) han sido aislados de suelos de viñedo naturales. No obstante lo anterior, no se conocen experiencias sobre los efectos de tratamientos de desinfección de suelo en estas poblaciones.

BUENAS PRÁCTICAS CULTURALES

– Medidas de control basadas en prácticas culturales: Está demostrado que la poda es una práctica que influye considerablemente en el desarrollo de enfermedades de vid. Las heridas producidas en ella constituyen potenciales vías de entrada para algunos de los patógenos implicados. Algunos autores aconsejan la poda tardía, la doble poda o la poda quirúrgica como técnicas capaces de limitar los daños por eutipiosis. La protección de las vías físicas de entrada mediante sustancias químicas con metil-tiofanato o miclobutanil muestran resultados prometedores . Algunos estudios señalan la conveniencia de que la poda se realice en tiempo seco, ya que en el caso de ‘P. chlamydospora’ se ha observado una mayor tasa de infección cuando las podas se realizan en condiciones de lluvia. Otros autores afirman que una de las medidas que puede permitir la reducción del nivel de inóculo en los viñedos, es la eliminación y destrucción de restos vegetales de poda y plantas muertas.

  • Marcar las cepas con síntomas que se observen en verano para su arranque o poda en invierno.
  • Se podarán primero las cepas sanas, dejando para el final las cepas enfermas (con grado de ataque bajo).
  • Desinfectar herramientas de poda entre cepa enferma y cepa enferma con formol o lejía al 10% durante 1-2 minutos, para no transmitir la enfermedad.
  • Retrasar todo lo que se pueda la poda y realizarla en tiempo seco. No hacerlo en los 4 días siguientes a una lluvia.
  • Evitar cortes de poda grande, y si se hacen, realizarlos lo más vertical posible y recubrirlos con mastic protector con fungicida.
  • Destruir, si es posible, quemando todos los focos de la enfermedad y los restos de poda, tanto en cepas muertas como brazos atacados.
  • No dejar restos de poda y madera afectada sobre el terreno, ni triturados ni enterrados.
  • Durante la formación y conducción de la viña joven, preferir la poda en verde, en lugar de la eliminación de sarmientos en invierno, evitando las podad a ras de la madera vieja.
  • En nuevas plantaciones utilizar material sano y evitar el estrés.
  • Una cepa enferma se puede rehacer o rejuvenecer cortando hasta encontrar madera sana, dejando crecer brotes bajos del tronco sano, o bien injertar con dos púas la cepa.

MÉTODOS QUIRÚRGICOS

Este método se puede utilizar cuando se detecta el ataque antes de la muerte de la cepa. Consiste en hacer un corte vertical y profundo en la cruz de la cepa introduciendo una piedra para que permanezca abierta y circule el aire por ella. Estos hongos no viven con aire, son anaerobios. Planta afectada por Yesca.

CONTROL QUÍMICO

Hay que insistir en que no existen tratamientos curativos para estas enfermedades, ya que el tejido afectado enfermo sólo será accesible a un fungicida en la zona exterior de la lesión lo que provocará todo lo más una detención del avance del patógeno, pero no su eliminación.

En los últimos años, como sustituto del arsenito sódico, se han evaluado productos químicos alternativos, tales como dinitrorthocresol, fenarimol, furmentamide, benodamil, fosetyl-Al y varios triazoles. Se han testado en campo, sobre cepas enfermas, pero no han resultado plenamente efectivos, al menos a los niveles logrados con el arsenito.

Ante la falta de respuestas convincentes, se están aplicando al cultivo en forma desmedida diferentes productos, con resultados mediocres o negativos.

BIOCONTROL

Actualmente se realizan estudios de caracterización de la biodiversidad de hongos endófitos asociados a diferentes variedades y tipos de cultivo, con el objetivo de identificar nuevos agentes antagonistas para el control.

La búsqueda y desarrollo de antagonistas a partir de los recursos microbiológicos propios de la planta, resulta novedosa en el contexto de las enfermedades de vid, ya que los conocimientos sobre las posibilidades de introducir métodos de control alternativos a partir de antagonistas microbianos, se han basado mayoritariamente en el uso de microorganismos, o sustancias derivadas de ellos, de origen comercial, pertenecientes en su práctica totalidad al género ‘Trichoderma’ . Por ello, las investigaciones actuales se centran en la prospección, aislamiento y caracterización de especies de hongos endófitos asociados a vid, para valorar su localización y posibilidades de desarrollo e introducción en el mercado agrícola de nuevos agentes de control biológico de enfermedades fúngicas de vid.

En líneas generales, la abundancia y composición de especies no difiere de manera significativa entre los distintos tipos de variedades vitivinícolas. Algunos de los géneros aislados como agentes de biocontrol, como candidatos potenciales para estudios sobre antagonismo microbiano son: cepas pertenecientes a los géneros ‘Acremonium’, ‘Phoma’ (‘P. glomerata’) o ‘Chaetomium’ (‘Ch. globosum’), que muestran actividad potencial en estudios previos en laboratorio.

CONCLUSIONES

Como se recoge en la Resolución 2/2006, sobre “Medidas para prevenir la extensión de las enfermedades de la madera” de la Organización internacional de la Viña y el Vino (O.I.V.), los problemas de las enfermedades fúngicas de madera probablemente vayan en aumento en los próximos años en todas las regiones vitícolas dada la complejidad de los hongos y los procesos implicados.

Para solucionar el problema lo principal es conocerlo a fondo.

Determinado la situación real de las afecciones en las dIferentes comarcas, identificando los diferentes agentes patógenos.

Es necesario que los viticultores conozcan estas enfermedades, para que puedan evaluar su incidencia, y al mismo tiempo, realizar las prácticas que eviten su expansión.

Es imprescindible en las nuevas plantaciones evaluar el estado sanitario y control del material de los viveros autorizados y sarmientos del propio agricultor.

Es también importante hacer un seguimiento en años sucesivos de la evolución de las plantaciones afectadas.

Por último, se requiere que se desarrollen estudios e investigaciones sobre materias activas fungicidas para el control de estas enfermedades, así como, dar respuestas a la posibilidad de la desinfección previa en la replantación de terrenos ya infestados.

La investigación actual apuesta por un sistema de control integrado que incremente las posibilidades de éxito al tiempo que minimice los riesgos ambientales. En este sentido, entre  las líneas de control destaca la identificación de organismos endófitos de vid como potenciales agentes de biocontrol y la efectividad de sustancias fungicidas en aplicaciones al suelo.

Fuente:

http://www.interempresas.net/Vitivinicola/Articulos/51545-Enfermedades-emergentes-de-la-madera-de-vid-de-la-zona-centro-de-Espana.html